Como primer síntoma del Alzheimer y común en la mayoría de los casos se presenta la pérdida de la memoria. Al menos es lo que el mismo enfermo y su entorno puede advertir fácilmente.
Esta pérdida de memoria incluye un trastorno relacionado al olvido de cualquier tipo de pedido que se le haya hecho, a lo que estuvo haciendo pocos minutos antes, a guardar objetos en lugares equivocados sin recordar donde los guardó.
Esta falta de memoria del Alzheimer trae consigo la pérdida de la disposición del enfermo a hacer cualquier tarea que comúnmente podía hacer con anterioridad porque pierde la facilidad con la que la llevaba a cabo.
Asimismo se observa la falta de orientación aunque permanezca dentro de la casa. Es por ello que comúnmente se lo puede observar deambulando sólo sin saber a donde quiere llegar.
También se observa la pérdida del lenguaje, carece de fluidez para hablar.
Las tareas comunes de la vida cotidiana le resultan complicadas por la pérdida de reflexión, juicio y capacidad del abstracto. No tiene noción de los números y obviamente no puede hacer cálculos matemáticos simples.
Objetos comunes de la casa que manejaba con facilidad ya no puede manejarlos porque lo ha olvidado.
Al perder la capacidad de reflexión no puede hacer una descripción más allá de lo básico a simple vista porque no puede discernir.
Al tener falta interés, nada lo motiva, no tiene iniciativa, tampoco tiene concentración y comienza un retraimiento para frecuentar reuniones sociales.
También se observa un cambio en el estado de ánimo con mal humor, períodos irascibles y en definitiva se manifiesta un cambio de personalidad.
Hoy en día se ha estudiado que como primer síntoma de la enfermedad de Alzheimer surge un deterioro cognitivo ligero, para lo cual se están llevando a cabo investigaciones a fin de que el paciente pueda ser tratado de inmediato en esta fase cuando comienzan a surgir pequeñas pérdidas de memoria, porque luego con el tiempo la pérdida de memoria se hace más profunda e irá afectando las tareas cotidianas más simples. Principalmente pierde la capacidad de hablar, escribir o leer.
Por ello dependiendo de la etapa en la que se encuentre la persona enferma se sucederán distintos síntomas.
Por ejemplo en un estadio leve esa pérdida de memoria se observará en no recordar donde colocó cierto objeto y en cuanto al lenguaje le cuesta encontrar una palabra para poder hablar correctamente y comienza a aparecer cierta falta de iniciativa y se reduce la capacidad para resolver problemas comunes.
En un estadio moderado comienzan a surgir otros síntomas como la imposibilidad de seguir una trama de una película, no puede comprender ni razonar, con un deterioro cognitivo de progresión rápida.
En el estadío grave la función cognitiva se agrava con pérdida para hablar y expresarse, ya que al hablar lo hace con frases sin sentido y repetitivas, no se reconoce a sí mismo ni a sus familiares o amigos. Se desorienta, olvida como sentarse o caminar. Pierde la autonomía, las funciones orgánicas, permanece sin hacer ninguna actividad porque ya no pueden moverse, por ende se vuelve dependiente ya que en la etapa más grave comienza con una rigidez muscular y contracturas que lo hace permanecer inmóvil llegando en muchos casos a un estado vegetativo.
Por ello es importante que el enfermo o sus familiares puedan detectar las causas y el primer síntoma Alzheimer.