A estas alturas tenemos claro que un buen laboratorio dental, es vital, para que la labor de la clínica odontológica sea óptima, para que pueda dar todo tipo de soluciones a sus pacientes, y para que estos, tengan una función de su cavidad bucal completa. Es tal la demanda de los laboratorios dentales, lo que ha hecho que las personas que trabajan en ellos, tengan unas de las profesiones más demandadas del mercado. Principalmente, la profesión de protésico dental es la más buscada para estudiar y por lo tanto una de las profesiones más demandadas. Si no sabes muy bien la función que desempeña, ni de qué se encarga, te aconsejamos que sigas leyendo.
Para comenzar, definiremos al protésico dental, como aquel profesional que se ha especializado en prótesis dentales. Las diseña, las repara o las confecciona, además de realizar férulas o los aparatos que se puedan necesitar para la cavidad bucal. Aunque está siempre vinculado a una o varias clínicas dentales, no trabaja en ellas, si no en un laboratorio normalmente externo. Esto implica, el no va a tratar normalmente con el paciente, ya que va a realizar lo que el odontólogo le indique, aunque sí que es cierto, que en ocasiones puede ser que tenga que ver al paciente, para poder fijar el color deseado, o ver donde falla la pieza confeccionada y darla una mayor precisión.
Este profesional es el que se encarga de confeccionar o construir cualquier tipo de prótesis dental, ya sean de tipo removible o fija, y del material que sea, como por ejemplo cerámica, metal, o realizar implantes. También es el encargado de realizar cualquier tipo de ortodoncia, o aparatología necesaria para las diferentes afecciones de la mandíbula. Una de las técnicas que más realiza, es realizar los complementos quirúrgicos, para que el odontólogo pueda colocar los implantes. Además de realizar las coronas, los puentes o las diferentes piezas dentales.
Un buen protésico dental, está en constante evolución, y formación para poder usar cualquier técnica que exista en el mercado y trabajar con cualquier material que sea necesario. La formación del protésico, será lo que haga que sea un profesional más o menos cualificado, ya que podrá tener resultados mucho más perfectos que si no se forma constantemente. Otro detalle de los protésicos, es que deben de estar en comunicación constante con el odontólogo que trabaje, si quiere conseguir unos resultados inmejorables. Inicialmente, es el odontólogo el que va a tener que informar y describir con todos los detalles posibles al protésico, sobre la pieza que necesita, desde la forma, a las dimensiones, así como el tono, y es posible que, para una misma pieza, se deba de tener varias pruebas, para que quede realiza con total precisión y la función de la cavidad bucal, sea la máxima posible.
Evidentemente, como en todas las profesiones, cada vez hay menos intrusismo, y son más los especialistas, pero sí que debemos señalar, que el protésico no tiene por qué ser médico odontólogo, pero el odontólogo si puede ser protésico si ha realizado los cursos precisos.