¿Necesita su sitio web un rediseño?

La calidad técnica y visual de un sitio web, además de sus contenidos, influyen bastante en la consideración que los buscadores tengan de él y por tanto en la posición que le asignen entre los resultados de una búsqueda. Pero sobre todo influye en la opinión que sus visitantes se formen de la compañía que lo gestiona.

Si su sitio web tiene ya un tiempo, lo más probable es que necesite un lavado de cara. En este artículo vamos a proponerle diez razones para acometer un rediseño u otros cambios de cierta envergadura que ayudarán a que la web de su compañía refleje fielmente el buen hacer de la empresa que la promueve.

El código no cumple los estándares de la industria

Si el código HTML que construye sus páginas no está adaptado a los estándares actuales, es posible que los navegadores más nuevos no lo interpreten correctamente o al menos no exactamente como a usted le gustaría.

Averigüe si su código se puede mejorar con el validador del W3C. Cuantos menos errores de estandarización contengan sus páginas, más probabilidades tendrá de verse bien en todos los navegadores y de ser más fácilmente indexada por los robots de los motores de búsqueda.

El diseño presenta un aspecto antiguo

Hay sitios web que envejecen mejor y otros peor. Algunos, después de cinco años con el mismo aspecto nos parecen adecuados, mientras que otros, después de un año ya desprenden un tufillo a naftalina virtual. Si su sitio web parece pasado de moda en comparación con los de la competencia, es hora de someterlo a una renovación.

El contenido es estático

Es posible que su sitio web tenga sólo 5-10 páginas y no necesite un gestor de contenidos o CMS (Content Management System) para actualizarlo cada vez que quiera hacer un cambio. Sin embargo, si la web tiene cierta complejidad, seguramente es más sencillo tener el contenido en una base de datos y actualizarlo a través de una interfaz WYSIWYG (What You See Is What You Get, es decir, lo que ve en pantalla es muy parecido al resultado final). Esto es cierto sobre todo si la persona o personas encargadas de actualizar el contenido no conocen el código HTML lo suficiente como para no tener que invertir un esfuerzo más allá de lo razonable en cada cambio.

Otra de las ventajas de utilizar un CMS es que a la hora de rediseñar el sitio sólo hace falta cambiar la plantilla, y no editar todas y cada una de las páginas de contenido. Es, pues, una inversión segura para el futuro.

Si su sitio web ha llegado a este estadio, conviene pararse a pensar un rato para seleccionar correctamente el gestor de contenidos que mejor se va a adaptar a las necesidades de la web y de sus administradores.

La usabilidad es deficiente

Si después de un tiempo de tener en marcha el sitio web nos damos cuenta de que hemos equivocado el diseño de la web, la disposición de sus elementos, el código de los enlaces, la titulación de las secciones o cualquier otro aspecto que pueda influir en la experiencia de navegación del usuario o incluso en la indexación por parte de los buscadores, es hora de hacer algunos cambios.

La web utiliza una página de introducción

Algunos sitios web ofrecen a sus visitantes una página con una presentación, una animación o algún otro tipo de contenido visual antes de hacerles llegar a la página principal (en inglés se la suele llamar splash page). En muchos casos, se trata de un Flash o una imagen sin verdadero valor de contenido, que muchas veces lo único que hace es retrasar al visitante y hacerle dar un click más para llegar a lo que realmente le interesa.

En otros casos, la página que viene antes de la principal es simplemente una disyuntiva entre dos o más idiomas, para que el visitante elija.

Además de ser un error de cara a los visitantes humanos, las páginas de introducción (sobre todo si son un Flash) evitan la correcta indexación del sitio web por los robots de los buscadores y aumentan innecesariamente la carga del servidor y el ancho de banda consumido. Por otro lado, hay que tener en cuenta que en muchos casos dicha página ni siquiera se ve: muchas de las visitas que llegan a un sitio web no lo hacen a través de la página principal o sólo el dominio, sino que los buscadores llevan a los usuarios a páginas interiores, por lo que la página de introducción se hace triplemente prescindible.

La carga de la web es lenta

Proporcionalmente a la mejora en las velocidades de conexión de los últimos tiempos, la paciencia de los internautas ha ido disminuyendo. Antes entendíamos que una web con cierta carga gráfica tardara en completarse en nuestras pantallas, pero ahora lo queremos todo instantáneamente disponible.

Si su sitio web es lento, los visitantes se irán… a su competencia. Y los buscadores le quitarán puntos a la hora de considerar su posición en los resultados de las búsquedas de sus usuarios.

Algunas formas de mejorar las páginas para acelerar su carga es optimizando el peso de los gráficos, independizando trozos de código en ficheros complementarios o extrayendo los estilos de textos, títulos, imágenes y otros elementos a una hoja de estilos.

La web utiliza frames

Los frames se pusieron de moda cuando los encargados de actualizar sitios web se dieron cuenta de que era más fácil modificar sólo una parte de la página (la de contenido propiamente dicho) que los menús y todos los elementos comunes al resto de páginas. Hoy en día sus desventajas superan claramente a sus ventajas.

Para empezar, los elementos comunes se pueden incluir en plantillas (en el caso del contenido dinámico) o en ficheros independientes que se cargan dentro del principal, o se pueden combinar ambos métodos. Por otro lado, visualmente una web en frames se ve antigua y no se adapta a los cada vez más variados tamaños y resoluciones de los monitores utilizados por los visitantes de la web. Además (y esto es lo que más nos interesa en el aspecto SEO), impiden los enlaces directos a las páginas interiores, ya que el fichero que contiene los frames siempre tiene la misma dirección aunque los ficheros de contenido mostrados varíen. Para empeorar las cosas, si conseguimos que el sitio web sea correctamente indexado por los motores de búsqueda, éstos servirán a sus usuarios las direcciones de las páginas interiores, por lo que el visitante quedará sin referencias: sin menús, sin logo de la empresa, en el peor de los casos incluso sin posibilidad de seguir navegando por la web.

La web está hecha en Flash

Aunque algunos buscadores pueden ya leer los contenidos de texto de las piezas hechas en Flash, lo cierto es que su indexación es todavía difícil y en algunos casos incluso la usabilidad se ve disminuida. Si su sitio web no tiene una gran cantidad de enlaces entrantes (es decir, enlaces realizados desde otras webs) que le den puntos en los buscadores, es posible que tenga que confiar en su propio contenido y la disposición de éste para subir posiciones.

Si a pesar de todo desea seguir utilizando Flash en su web, seguramente le interese leer nuestro artículo “Cómo mejorar el SEO de una web en Flash“.

Falta integración con otras áreas de la empresa

Si su sitio web solamente es una presentación de su empresa pero podría ser mucho más, es posible que esté perdiendo una forma de optimizar su inversión. Intente descubrir áreas en las que una presencia on-line puede ser beneficiosa: soporte técnico, información comercial, venta directa pueden ser algunos departamentos con extensión en su sitio web, pero también la gestión de clientes o proveedores, servicios complementarios, ofertas puntuales…

El contenido está desactualizado

Aunque por sí mismo éste no es un motivo para acometer un rediseño, sí es un factor que no debemos dejar de lado. Tanto los buscadores como los visitantes humanos prefieren contenido fresco y actualizado, que varíe con cierta frecuencia.

Lo mejor para mantener un sitio web actualizado, tanto en aspecto como en código o contenido, es considerarlo parte del negocio y no una simple tarjeta de presentación.

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